Libros: sensacional de lucha libre regiomontana

En Nuevo León se tiene, quizá más que en otras partes, una amplia bibliografía sobre este espectacular deporte, y uno de los autores prolíficos es Fernando Cavazos Torres, con quien empezamos estos especiales para celebrar el arte de las llaves y las patadas voladoras

 

Israel Morales/Monterrey

Gladiadores de antaño. Tomo 1  (Independiente)

Poesía y lucha libre es lo que depara este libro del especialista en este patrimonio cultural, Fernando Cavazos Torres, quien menciona en la introducción: “La lucha libre es un terreno que poco se ha tocado vía textos poéticos, siendo que es un campo bastante fértil para desarrollar composiciones dedicadas a ponderar las acciones de quienes se han forjado un nombre en el arte del pancracio. La magia y la fantasía provenientes de los cuadriláteros son argumentos para establecer un punto de unión”. Gladiadores como Tormenta, Tony Reyna, Panthro, Jungla Negra, Carnicero Aguilar, Rino Castro, Mario Segura, Juan Gallardo, El Lobo, Piloto II, Magno o Tenebroso desfilan con sus batallas épicas dentro y fuera de ring, con postales, enriquecidas por Cavazos, quien guía este Olimpo.

Historias fantásticas de lucha libre (Oficio-Lucha Por La Lectura, 2018)

Otro libro del maestro Fernando Cavazos Torres, que se adentra en las historias de luchadores, y todo aquello que los envuelve: misterio, terror, fantasía, ficción, realidad. Tópicos que el autor explora desde el interior hasta saciar la curiosidad, porque a partir del mundo de los gladiadores que luchan en la arena que puede ser desde una de las grandes hasta aquellas tradicionales de las colonias, por ejemplo la arena de doña Goyita, en la colonia Moderna, que de pronto pueden funcionar en una lógica distinta a las llaves y las patadas voladoras, así es como se abren los relatos de Cavazos, quien despliega su creatividad con temas nada ajenos a la lucha libre. Aquí se va desde las raíces de los protagonistas al escribir sus propias páginas y las que nacen de ese culto especial. Rudos y técnicos, el bien y el mal, zombis y exóticos, difuntos y vampiros, los de carne y hueso, que propiciaron toda esa imaginería de la lucha.  Mail del autor: [email protected]

La Diabólica, El Vasco y su Dinastía (Lucha por la Cultura-Oficio, 2017)

La historia de esta familia luchística es abordada por Fernando Cavazos con llaves y señales. Un helado 9 de diciembre, en Pesquería, NL, nació Angélica Sánchez Pérez, en un lugar conocido como El Callejón del Diablo, lugar de brujas, de rituales para bajarlas, de mucha actividad paranormal. Esa aura oscura ya denotaba el futuro de Angélica, para después convertirse dentro del mundo del pancracio en La Diabólica. Una historia llena de adversidades, de adentrarse ya como madre de familia en la lucha libre, sobre todo para remarcarlo en toda la extensión de la palabra: esposa, madre, luchadora incansable. Debutó en su tierra natal y de ahí empezó un largo recorrido y los palmarés, entre ellos el campeonato femenil del norte, la cabellera de Lolita Solís y la máscara de La Especial. La Diabólica heredó esa pasión de su esposo Jesús Leyva Rojas, Jesse El Vasco, nacido en Paredón, Coahuila, de quien se narra su trayectoria que se afianzó en Monterrey, y que partió a la capital para triunfar en los años 60, cuando la época dorada de la lucha libre seguía su cauce. Por supuesto también se detalla la historia de amor que escribió al lado de Angélica, La Diabólica, su pareja y por supuesto alma de esta familia. Tuvo duras batallas al lado de Bulldog Villegas, contra deidades del encordado como El Santo y Cavernario Galindo. Se retiró a tiempo y en plenas facultades. Cavazos aborda esa etapa después del retiro, un terrible accidente que minó su salud y cómo la tragedia llegó a su casa. Y ellos sin duda inyectaron en el ADN el amor al pancracio a Tiffany, una de las grandes luchadoras de México de la época actual. Entrenada por su padre y con destellos en la Triple AAA, entre sus logros están el campeonato Reina de Reinas ante Martha Villalobos, Lady Apache en dos ocasiones y con Faby Apache en cuatro ocasiones. Jesse Vasco Jr. lleva en su sangre “un torrente de sabiduría luchística”, que heredó de su abuelo, su tía Tiffany y por supuesto de su abuela La Diabólica, con su paso por Triple AAA con Los Cumbia Kings. Aunque su carrera se detuvo, no se descarta su regreso a este deporte que tantas satisfacciones le dio a su familia.

Lentejuelas y sangre. Los luchadores exóticos  (Lucha por la Cultura-Oficio, 2016)

¿Qué sería de la lucha libre sin los exóticos? El toque de lentejuelas y plumas se lo dan estos gladiadores que le agregan un espectáculo aún más genuino a este extraordinario deporte. Cavazos acudió a fuentes primarias para elaborar este libro, a sus experiencias y sobre todo su conocimientos sobre los luchadores exóticos de la localidad y, sin duda, consigue gratos momentos que van de la alegría, triunfos y sinsabores. La lista abarca desde el primer exótico en la historia de Nuevo León, Rosa Blanca. Otro precursor, Bello Califa, a quien Cavazos conoció y tuvo el honor de trabajar con él; se le distingue a este personaje por ser el exótico que conquistó el cine nacional. Rudy Reyna, quien consiguió grandes temporadas en las arenas locales o Bello David, “el lilo por antonomasia”, como lo titula en el capítulo. Hasta llegar a Pimpinela Escarlata, espectacular y famoso en varias empresas de lucha. Y por supuesto le siguen una lista de reconocidos exponentes de esta estrambótica modalidad del pancracio: David Valdez, May Flower, Rubí Gardenia, Polvo de Estrellas, Diva Salvaje, Bello Guerrero, Gardenia Azteca, Alondra, Butterfly, Sexy Maciel, Sexy Piscis, El Bello Queño, Orquídea Negra, Érika Sotelo, Larry Miranda, Mamba, Chica de Arabia, La Piruja y Dulce Canela. “¿En qué vestidor se cambian los luchadores exóticos?”, así titula la introducción de Lentejuelas y sangre el escritor Arnulfo Vigil. Porque en los cuadriláteros también luchan por la dignificación, se menciona en esta obra de Cavazos Torres.