Jaime Palacios configura el “Monterrey imposible”

La ciudad amanece sin cerros, y ya en esas el de La Silla es un invento o un centro espacial; pero hay más: caníbales en el Santa Catarina, raros olores, una playa en la metrópoli, “tan irreal como suele ser lo real”…

Israel Morales/Monterrey

Algo ha pasado que Monterrey de pronto amaneció sin cerros, o qué tal y ya te invitaron a la playa, sí, y no precisamente la colonia, aunque en este caso se trata de una boat house, pero hay más: sabían que hay lagartos y caníbales en las cavernas del Santa Catarina (sí hay cuevas en el Santa Catarina); sabían que hay un Monterrey alterno al que se le llama La Sombra, “nadie la encuentra y ahí todo se encuentra”); o que hay gente que se roba los cerros o ya que estamos en más de esas que se prepara un duelo entre el Cerro de la Silla y el Cerro de las Mitras. Pero del Cerro de la Silla hay más: es un invento, centro espacial y además se busca que sea giratorio, ya trabaja en ello un empresario. Y sí, también hay cosas que salen con el COVIDa con solo abrir la ventana; desde luego hay avistamientos de ovnis, extraterrestres…

Es la ciudad distópica de Jaime Palacios Chapa en “Monterrey imposible. Tan irreal como suele ser lo real” (UANL). Pero, ¿cuándo es que nos volvimos parte de esta urbe?

Ilustración: Eric Giovanonni

“Fue en parte producto de la pandemia, de hecho propongo varias historias de ese tiempo. En general el tema es Monterrey, son microrrelatos de corte fantástico y el tema común es esta ciudad. Invité a moneros, es una obra con ilustraciones a color, de gente que ha colaborado en periódicos, revistas, gente que hace arte inclusive”, comenta.

Y asegura que en esa ciudad donde todo es posible, con abrir las páginas, desfilan ilustraciones inspiradas en lo que Palacios Chapa y ellos vieron: “Ana Fabiola Medina, Eddie A. Macías, Eduardo Danilo Ruiz, Eduardo Oraná, Eric Giovanonni, Jacob Eguren, Jorge Macías y Sergio E. Avilés”.

Y de esta ciudad con sol quemante que hace incluso regresar al pasado, con personajes muy de estas geografías, por ahí Joel Sampayo “El Reportero del Aire”, “El Fony” o “El Pájaro”, dice que todo es posible:

“Desde que un día amaneces y se desapareció el Cerro de la Silla, porque se lo robaron, hasta que los cerros resulta que eran dinosaurios dormidos que un día se despiertan y nada más dejan sus huellas luego de que rugieron en la madrugada, porque durmieron por siglos, y amanecen y ya no hay cerros, entre personajes que habitan en estas historias de fantasía”.

Relatos breves que se remontan a todas las estaciones del año, porque todo es posible, hay cosas que pasan y que nadie se da cuenta. Hay que reconocer que Palacios Chapa fue el comandante de vuelo de la publicación “La Nave”, editada de 1987 al 2014, que gravitó entre la comunidad universitaria en general.

Ilustración: Jacob Eguren

“Los relatos llevan un sentido cronológico, están acomodados por estaciones, empezamos con historias de invierno, primavera-verano, de otoño, del Día de Muertos, de Navidad. Y tengo una parte que le puse apéndice, que son historias más antiguas que había publicado en La Nave, editada del 87 al 2014, por ejemplo hablan sobre el huracán Gilberto, temas de esa época”.

Y además ya se alista una serie basada en estos hechos casi verídicos:

“Te comento que una productora de Monterrey que quiere incursionar en las audioseries para Spotify, me pidió que si les podía preparar una miniserie de seis capítulos, breves, de 10 minutos, y tomé uno de estos relatos, y va a salir en unos meses más.

“Es el relato del que un día amanece y ya no hay cerros en Monterrey. Pero parte de esas ideas, con otro tratamiento para la audioserie”, indicó.

Jaime Palacios, escritor, guionista de cine y TV, cineasta, editor, creativo, llevará su “Monterrey imposible” a la UANLeer este miércoles 15 de marzo a las 12:00 en Café Literario, en compañía de Hugo Rimada, gente de radio, y Abraham Martínez “Cuervoscuro”, de los fanáticos de Lovecraft, del mundo de los cómics y aparte narrador, en colaboración con la Prepa 2, quienes darán algunos detalles de esta obra que inició las pesquisas de situaciones fantásticas allá por los años en que “La Nave” convocó a quienes fueran testigos de avistamientos fuera de lo normal.

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