Antonio Ortuño trajo “La Armada Invencible”

El autor tapatío aborda el tema del heavy metal y lo que envuelve a una banda ficticia de los años 80, con vidas tan estridentes como su música

Israel Morales/Monterrey

Antonio Ortuño trajo a Monterrey “La Armada Invencible” (Seix Barral), una novela metalera que aborda a una banda mexicana de los ochenta que se reencuentra y a través de la narración de uno de sus integrantes, Yulian, sale a relucir la historia personal y secreta de sus compañeros. Ortuño platica de esta obra que presentó en la UANLeer.

 

¿Cómo nace “La Armada Invencible”?

La música es un tema que siempre me ha importado mucho. Yo crecí escuchando rock y uno de los estilos más importantes en mi formación como oyente de música y también en muchas medidas como creador pues fueron las bandas metaleras con las que crecí. Y la escena, la atmósfera del metal, sobre todo en un país como el nuestro que es tan hostil al metal y desde todos los frentes a los metaleros les han tupido desde llamarlos antipatriotas, satanistas, imperialistas, malinchistas; les ha llovido de todo tradicionalmente, pero por otro lado también es una escena diversa y muy interesante.

Para mí siempre fue una tentación escribir sobre ello, me llevé mis años porque no le había encontrado forma a a la idea, y finalmente apareció el proyecto, que me acompañó muchos años, se logró conformar y estoy contento por el resultado, tanto de las reacciones de los metaleros, que a muchos les ha gustado, les ha divertido, les ha hablado de muchas cosas que les importan, y también de lectores que no son metaleros y que también se divierten y se asoman a otros mundos distintos.

 

Que no tienes que ser metalero para disfrutar el libro…

Que lo mismo no tienes que ser detective para disfrutar una novela policiaca o pirata para leer una novela de aventuras, desde luego para un lector metalero, sobre todo old school, va a tener un montón de claves, de datos, que les van a sonar y divertir. Yo creo que la novela se conecta con los lectores desde sitios diversos, es importante el metal en la novela, como lo es la amistad, el envejecimiento, lo que pasa con las relaciones entre amigos, y las parejas, y que desde luego conecta con otra gente más allá, del metal.

 

¿Qué puedes contar de Yulian, el narrador e integrante de la banda, y Barry, un personaje con muchos matices con quien parece compartir el protagonismo?

Es el narrador y eso implica darle poder al lenguaje, están las voces de muchos, “La Armada” es una novela hasta cierto punto coral, pero la voz cantante la lleva Yulian, le da un poder especial, y evidentemente una figura como Barry es protagónica a su manera, porque el propio Yulian organiza la historia en torno a Barry. La novela comienza con Barry y el dínamo que hace que las cosas arranquen y se muevan hacia diversos sitios. Hay un equilibrio entre todos los personajes. A mí me interesan mucho los elementos de la composición musical para la estructura y de alguna manera traté de que todos esas voces se combinaran con un criterio que las armonice y favorezca a la historia. Yulian es a quien llegamos a conocer más a fondo, por su papel de narrador.

 

Y él es el bajista de la banda, a veces ignorados por la historia…

Así es. Los bajistas tienden a la invisibilidad, hay un culto por los guitarristas y los bateristas incluso.

 

Me llamó la atención que mencionaras a Transmetal y a Khafra, dos grandes referencias del metal mexicano…

Creo que además era indispensable pensando en que la construcción de los personajes fuera verosímil, que ellos tuvieran también las referencias de las bandas que tocaban metal en el momento en que surgió La Armada Invencible y ahí expresé mi propia memoria y gusto personal, desde luego que escuché más bandas, pero dos que me llamaron la atención fueron Transmetal y Khafra, pude haber hablado de otras como Next o Cenotaph, de aquella época cuando apareció La Armada, siendo también esta una banda aunque ficticia, en su universo es real, siendo también una banda mexicana y enfrentando las limitaciones a las que sabemos se han visto expuestas todas las bandas. Y desde luego toda esta tensión de la banda de tocar en México y querer hacerla en el extranjero, esos son los motivos de perder a La Armada en su primera encarnación, porque mientras estaban estas bandas que recorrían el país, como Transmetal y Khafra, como muchas otras, también estaban las que la querían hacerla tipo Sepultura, a ver si pegaban fuera, pero la verdad ninguna lo consiguió. Por eso la banda Sepultura es como una especie de excepción cósmica. Khafra es una banda que me gustó mucho y hay una anécdota interesante en la novela sobre dejar que La Armada pague las cheves.

 

Que es un libro que ha tenido mucha aceptación…

Al libro le ha ido increíblemente bien, ha conectado con un montón de gente, quizá por el tema, el lenguaje, con un lenguaje callejero, que llegas a otro tipo de lectores y eso para mí siempre es importante, cada libro es distinto. Es una novela que yo quiero mucho, la escribí con enorme nostalgia y fue como recuperar esa etapa formativa para mí, tan importante, en la época en que yo oía más metal, en la adolescencia. Todo ese mundo de las tocadas, los ensayos, de las giras, que no ha sido registrado de manera literaria, las novelas de rock mexicanas son de los años 60 o 70 que es otra música y otros escenarios, y en otro lenguaje, y aunque sean antecedentes importantes es distinto, no hay demasiadas novelas de lo que paso después, de la escena metalera en México. Aunque sea de humor negro y paródico, eso está también dentro de la cultura metalera, que las películas de metaleros y sobre metaleros están en tonos fársicos, desde “Spinal Tap” hasta “Tenacius D”, casi todas las películas son paródicas, creo que en esa tradición entra La Armada, y para otros lectores es encontrarse con una temática que no tiene que ver con temática políticas o sociales, con algo más vital, con otras facetas casi infinitas que tienen México.

 

In: