Alberto Ruy Sánchez abre “El expediente Anna Ajmátova”

Desde su vida sometida en la Rusia de Stalin, su poesía, así como la mentira política están presentes en esta obra que el autor presentará el sábado 7 de octubre a las 17:00 en el auditorio D, en la Feria Internacional del Libro Monterrey 2023

Israel Morales/Monterrey

Un figura que fue perseguida por el poder, vigilada y quien sufrió la pérdida de familiares a cargo de Stalin, en la Unión Soviética, a principios del siglo pasado, pero que la poesía fue la fuente de su creatividad y quizá supervivencia, para dar a luz a “Réquiem”, uno de los grandes poemas de la literatura rusa, comparable a Dostoievski y Tólstoi, así es como Alberto Ruy Sánchez abre “El expediente Anna Ajmátova”, que fusiona ensayo, poesía, en ese terreno ilimitado que es la novela. El autor nos platica en entrevista sobre esta obra que presentará el sábado 7 de octubre a las 17:00 en el auditorio D, en la Feria Internacional del Libro Monterrey 2023.

 

¿De dónde nace esta inquietud por abordar a Anna Ajmátova?

El interés comenzó en 1970, desde hace mucho tiempo, cuando cayó el muro de Berlín y antes y después de la caída de la Unión Soviética, yo pude ir allá, visitar su casa, y a lo largo de los años fui conociendo más de este tema, y en mi libro “Con la literatura en el cuerpo”, uno de los temas es el deseo, el deseo femenino, y la otra es la relación entre los creadores y el poder. Y entonces esta otra vertiente está en los “Demonios de la lengua”; en otra obra que se llama “Con la literatura en el cuerpo”, dos terceras partes del libro son ensayos sobre la relación entre el poder totalitario y los creadores, y cómo muchos de los creadores creen en el poder totalitario y les va como en feria, otros se rebelan, tienen diferentes relaciones a lo largo de la historia. Pero una buena parte es sobre esta relación conflictiva y a veces triste del poder ahogando la creación. Y este es el caso de Anna Ajmátova.

¿Qué es lo que hace atractivo al personaje de Anna Ajmátova para llevarlo a la novela?

Siempre me interesó algo más que el caso de una creadora reprimida por un poder totalitario. Es la fuerza que tiene en el caso de Anna Ajmátova el hecho de ser una poeta y ver al mundo con unos ojos de poeta desde antes de la revolución y también me llamó la atención la relación especial con Stalin, que la tiene a ella como una poeta preferida, pero al mismo tiempo odiada; Stalin era una persona que mataba mil, dos mil personas diarias, y a ella decide castigarla más que a nadie no matándola, sino dejándola vivir, y ser testigo del asesinato de su primer marido, la muerte por situaciones extremas económicas de la Unión Soviética el segundo y el asesinato del tercero. Y al hijo lo meten 18 años, en tres arrestos diferentes, a la cárcel.

Ella vive todo esto y aun así sobrevive, es de una tenacidad y un carácter impresionante, y ella hace casi a escondidas, como lo cuento en mi libro, una de las obras mayores de la literatura rusa, la gente la compara con Dostoievski y es un poema que se llama “Réquiem”, que ella lo saca a escondidas en la memoria de su amigos y visitantes, porque ella tenía no solo prohibido publicar, sino tenía prohibido escribir. Entonces anotaba en un papel de cigarro unos versos, estaba vigilada todo el tiempo, le pusieron unos micrófonos, y era evidente donde ella vivió porque ahí está el micrófono con el que la grababan. Entonces los amigos van sacando verso a verso el poema, impresionante, y eso me interesó mucho, porque entonces el libro se convierte no solo en una historia triste de represión de la creación. Está la otra realidad que tiene que ver con cosas actuales, hay gente que quiere creer que hay una verdadera transformación, porque la esencia de un líder tirano es tener la capacidad de engañar a su población, y está toda la gente alrededor de ella; el marido regresa porque cree en la transformación social y lo asesinan con el argumento de que también hay que asesinar a inocentes. Entonces esta relación con la mentira política que la población necesita creer está presente en el libro, como un análisis histórico, literario y cultural del síndrome totalitario de creer en esto.

Desde luego llama la atención la narradora, ¿qué nos puedes contar de este personaje?

La narradora es Vera Tamara Beridze, es un apellido georgiano, muy común. Es un personaje que sale en una novela anterior, en “Sueños de la serpiente”, que salva a un mexicano, que es uno de los protagonistas, ella es georgiana, es del mismo lugar de donde nació Stalin. Además de la voz, el hecho de que es un expediente y que ella misma lo junta. Esto también permite tener un collage de muchas cosas, y quien lo ordena, una editora, si se lee la nota de la editora, dice que es una ucraniana en el exilio, porque tú ves la guerra de Ucrania, en 1915, y ahí hay una sensibilidad a todo lo que es ruso, que no es soviético, etcétera, que está implícita en la novela, que la narradora sea georgiana, toda la importancia de la cultura georgiana. Y hoy Putin quiere establecer como el imperio de lo ruso como una provocación histórica.

Se menciona tu obra como un collage, ¿qué nos puedes decir de esta definición?

Hay diferentes géneros, yo no me restrinjo a tal género, yo no pienso en los géneros, y luego los editores se ocupan de clasificarlo, para mí es novela porque tengo un concepto de novela amplio, la novela realista, tradicional, que incluye en este caso poesía y ensayo.

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