Peso mexicano se presiona en agosto por rebrotes del Covid-19

CiBanco/Ciudad de México

En los últimos dos meses, después del pico de la pandemia en la mayoría de los países desarrollados, generalmente en la primera semana de cada mes se registraron ganancias en los activos de mayor riesgo, entre ellos el peso mexicano.

Estas ganancias se justificaban por el optimismo que generan las cifras económicas, las cuales en ese periodo hacían suponer un rebote en la actividad después del relajamiento de las medidas de confinamiento implementadas en su momento para hacer frente a la pandemia del Covid-19.

La primera semana coincide con la publicación de cifras relevantes en el mundo, pero en especial en EUA, que son consideradas como guías para los inversionistas.

En esta ocasión, aunque Europa y China seguirán reflejando mejoras en su economía, es probable que los datos de julio en EUA muestren un enfriamiento en la recuperación de los últimos meses, sobre todo los relacionados al sector servicios (ISM) y al empleo y desempleo (nómina no-agrícola). Esto a raíz de los rebrotes de Covid-19 en ciertos Estados de la Unión Americana, lo que ha provocado que en algunos casos se restablezcan restricciones, sobre todo en servicios con altas conglomeraciones de gente.

Aunque no estamos en una situación, tanto económica ni sanitaria, como la de marzoabril, el escenario si amerita pensar que la recuperación en EUA puede registrar un freno temporal, por lo que la recuperación hacia los niveles previos a la pandemia podría demorar más tiempo.

De confirmarse esta expectativa es probable que la presión sobre la moneda mexicana aumente. La aversión global al riesgo se intensificaría por las dudas del impacto negativo del Covid-19, sobre todo si los rebrotes se siguen presentando. Este fin de semana la Casa Blanca ya declaró que el país está en una nueva etapa de la pandemia, que se ha extendido tanto a zonas urbanas como rurales, y ha llevado a las autoridades a recomendar que se redoblen las medidas de precaución.

En ese sentido, en el corto plazo, el peso mexicano puede presionarse temporalmente hacia $23.05 spot en los siguientes días o semanas (la semana pasada concluyó cerca de $22.25).

Adicionalmente, existen dos temas esta semana que podrían seguir generando ruido en el mercado cambiario mexicano: las tensiones geopolíticas entre EUA y China y las negociaciones en el congreso estadounidense del nuevo paquete de estímulos fiscales.

Inicialmente son factores que también le podrían jugar en contra a la moneda mexicana.

La administración del presidente Trump prepara medidas contra una amplia gama de software propiedad de empresarios chinos, que su gobierno considera como riesgosos para la seguridad nacional. Esto podría implicar que China anuncie represalias a EUA, lo que agravaría aún más la relación bilateral.

Por su parte, existe todavía una fuerte división entre los congresistas estadounidenses en la negociación del nuevo plan de estímulos. Aunque los mercados ya están acostumbrados a estas divergencias presentes entre Republicanos y Demócratas, conforme se acerca la fecha límite para alcanzar un acuerdo, el nerviosismo entre los inversionistas aumenta. En esta ocasión, aunque no existe un deadline bien definido, todo parece indicar que les gustaría concluir la negociación antes del receso del 10 de agosto y aunque lo más probable es que logren un acuerdo de último minuto, en el ínter la presión sobre la moneda mexicana podría aumentar e incluso después de un acuerdo, si este se considera insuficiente para apuntalar la economía estadounidense.

Así, el inicio de agosto puede ser ligeramente complicado para el peso mexicano. Este es un mes en el que generalmente el volumen de operación suele bajar, además,

históricamente también se ha caracterizado como un mes generador de acontecimientos inesperados, lo que podría traducirse en fuertes episodios de volatilidad que se agravarían especialmente este año por el tema de la pandemia. Por el contrario, un buen acuerdo en el Congreso de EUA sobre nuevos apoyos fiscales a la economía restaría presión a la moneda mexicana.

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