Algunos trabajos de Zurburán, Rubens, Murillo y El Greco se mostrarán por primera y única vez en México

 

Vitrinanews/Monterrey

Obras de arte de La edad de oro de España serán exhibidas en el Museo del Noreste, como parte del festejo del 25 aniversario del Museo de Historia Mexicana.

La exposición Arte e Imperio. La edad de oro de España muestra algunas obras realizadas en el Imperio español de 1600 a 1800, las cuales se mostrarán por primera y única vez en México.

Entre éstas, se encuentran “Cena en Emaús” y “Agnus Dei” (El Cordero de Dios) de Francisco de Zurbarán; “La Virgen y el Niño”, de Peter Paul Rubens; “La Magdalena Penitente”, de Bartolomé Esteban Murillo; “Adoración de los pastores” y “San Pedro penitente”, de El Greco (Domenikos Theotokopoulos) y “Retrato de un príncipe español” (Probablemente Felipe II), de Sofonisba Anguissola.

También existen obras de pintores que realizaron su trabajo en la Nueva España, como Sebastián López de Arteaga, con “La aparición de San Miguel en el monte Gargano” y Miguel Cabrera, con “Sor Juana Inés de la Cruz”, entre otros.

La exposición se inaugura el miércoles 30 de octubre a partir de las 19:00 horas con la conferencia del doctor Rodrigo Ledesma y posteriormente se realizará el recorrido a cargo de la directora del Museo de San Diego, Roxana Velazquez.

La muestra fue curada por Michel Brown, curador en jefe de arte europeo del Museo de Arte de San Diego, donde tuvo su origen, gestión e investigación, así como también fue su primera sede, para continuar posteriormente su itinerancia a Monterrey, único lugar donde podrá ser vista en México. La museografía estuvo a cargo de Sergio Rodríguez.

La exposición se divide en varias partes: El siglo de oro español, La imagen cortesana, El auge del naturalismo, El arte al servicio de la fe y El esplendor de la vida cotidiana y los materiales de todo el mundo.

 

Siglo de oro español

A partir de 1492 y durante casi tres siglos, la España católica hacía gala de una enorme variedad cultural debido a que su tradición fue enriquecida por el legado romano, islámico y judaico.

El mecenazgo artístico recaía en la monarquía, la Iglesia y la nobleza. A pesar de la supremacía mundial de España, el intercambio cultural fue dinámico y multidireccional. Se compartían ideas y formas, pero los estilos y la producción estaban lejos de ser uniformes

Los artistas y objetos recorrían el mundo como nunca antes; los artículos y tejidos de lujo pasaban a raudales por la aduana de Sevilla, puerta de la monarquía para América y Oriente.

 

La imagen cortesana

El retrato era una potente herramienta de propaganda en el mundo de la Edad Moderna temprana, sobre todo en las cortes reales de Europa.

En España, el retrato se utilizaba para refrendar el reinado de los monarcas y sus herederos sobre decenas de territorios repartidos por todo el mundo, era una prueba visual de la legitimidad de los gobernadores, virreyes y jerarcas de la Iglesia.

A menudo, los principales retratistas eran también cortesanos que desempeñaban cargos diplomáticos o de otro tipo, como Sofonisba, Rubens y Velázquez.

Los protagonistas de los retratos que se presentan en esta sala trazaron el camino de la historia, tanto la imperial como la cultural, entre ellos el “Retrato de un príncipe español” de Sofonisba Anguissola y “Gaspar de Guzmán, conde-duque de Olivares”, de Paul Pontius; entre otros.

El auge del naturalismo

En torno a 1600, emergió en el arte español un nuevo naturalismo gracias a una confluencia de factores como la importación de pinturas de género y naturalezas muertas italianas y flamencas. Las escenas de mercado y de cocinas, conocidas como “bodegones” realizadas por artistas como Velázquez y Sánchez Cotán, eran especialmente populares.

La llegada de pintores, como los hermanos florentinos Carducho, contribuyó también a desplazar el gusto artístico hacia el realismo, incluso en las representaciones religiosas.

En Andalucía, la rica tradición de la talla policromada, vehículo perfecto para representar de forma muy realista la carne y la sangre, influyó en pintores como Zurbarán y su efecto se prolongó durante más de un siglo.

 

El arte al servicio de la fe

Como factor decisivo en su lucha por invertir la tendencia de la Reforma protestante, la Iglesia católica definió estrategias concretas para las artes visuales en el Concilio de Trento de 1563.

El objetivo era instruir a los fieles a cultivar la piedad. Con una narrativa clara y apelando directamente a las emociones humanas, las obras de arte tenían la capacidad para instruir, inspirar y deleitar los sentidos.

España, con una dimensión territorial sin competencia, fue la principal impulsora de la Contrarreforma en el mundo. La iconografía de ciertos santos, como Santiago o San Miguel, podía adaptarse para relacionarla con la cultura de las audiencias locales e indígenas.

Los cultos regionales, como el de la Virgen de Guadalupe en México, se convirtieron en fenómenos globales mediante el impulso de las artes visuales.

 

El esplendor de la vida cotidiana y los materiales de todo el mundo

Obras de arte como crucifijos, manuscritos, retratos de antepasados o escribanías profusamente decoradas desempeñaron funciones importantes en la vida doméstica del mundo hispánico y se exhiben algunos destacados ejemplos de ellas en esta sala.

La porcelana china era de uso corriente hasta en los hogares modestos gracias a los cargamentos que transportaban galeones procedentes de Manila todos los años. La llegada de mobiliario japonés a México inspiró una nueva forma artística, el biombo, decorado con escenas de género e históricas.

Estos objetos, además de la plata, oro, esmeraldas, plumas y mobiliario de América, eran muy apreciados y conservados en las casas nobles de ambos lados del Atlántico.

Arte e Imperio. La edad de oro de España permanecerá en exhibición en el Museo del Noreste del 30 de octubre de 2019 al 23 de febrero de 2020. Las personas interesadas en mayor información pueden ver la página www.3museos.com o contactarse a través de las redes sociales de 3 Museos.